En el epicentro del histórico barrio de pescadores de La Ranilla se encuentra el Museo Arqueológico de Puerto de la Cruz, un espacio municipal de enorme valor para el patrimonio indígena de Tenerife y cuya fundación está íntimamente ligada al esfuerzo popular por construir un municipio rico en identidad y abierto a la ciudadanía y al visitante.
Su historia arranca en los años 50 con la creación del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, que pone en funcionamiento el antecedente directo al actual museo: la Sala de Arqueología Canaria Luis Diego Cuscoy, cuyos fondos se formaron por donaciones de colecciones arqueológicas adscritas a la cultura aborigen tinerfeña, hasta que en 1958 cierra sus puertas de forma definitiva. En 1980, y gracias a la recogida de hasta 3.000 firmas por parte de un colectivo ciudadano que exigía la creación de un nuevo museo, el Ayuntamiento portuense adquiere y restaura una casa canaria tradicional de los siglos XVIII y XIX con este objetivo, recuperando mediante la vía de donación los fondos arqueológicos del antiguo museo.
Cuarenta años después, el Museo Arqueológico de Puerto de la Cruz cuenta con un total de 2.600 registros y ofrece, en una exposición permanente, la colección de cerámica más significativa de la alfarería guanche de la isla. Además, el Museo expone muestras arqueológicas temporales, elabora programas de acción educativa, cultural y social, y acoge algunos de los eventos más representativos que se desarrollan en el marco cultural y creativo de la ciudad.